Cirenaicos

LOS CIRENAICOS:

Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen.La escuela cirenaica es fundada por Aristipo de Cirene, discípulo de Sócrates. Su doctrina se basa en que el ideal de bien predicado por Sócrates no debe identificarse con lo justo, sino con el placer (“hedodé”àhedonismoà placer). Para Aristipo, el bien supremo es el placer; la impresión subjetiva es nuestro criterio de valor, el placer es la impresión agradable. El problema consiste en que el placer no nos debe dominar, sino nosotros a él. El sabio tiene que ser dueño de sí; no debe, pues, apasionarse. Además, el placer se cambia fácilmente en desagrado cuando nos domina y altera. El sabio tiene que dominar las circunstancias, estar siempre por encima de ella, acomodarse a todas las situaciones (riquezas, pobreza y varias situaciones parecidas). Al mismo tiempo, el cirenaico tiene que seleccionar sus placeres para que estos sean moderados, duraderos, y no lo arrebaten. Éste debe entenderse también como placer espiritual. La felicidad humana, según Aristipo, consiste en librarse de toda inquietud, siendo la vía para lograrlo la autarquía.

Una raíz derivada del cirenaico es el cosmopolitismo, ellos piensan en la superación del provincialismo mediante la reivindicación del mundo entero como patria.

En teoría del conocimiento, los cirenaicos defendieron una posición sensualista(la única fuente de conocimiento son los sentidos) y subjetivista (no hay más conocimiento que el conocimiento individual).